Una ubicación céntrica, a poca distancia del Karaouiyne. Las habitaciones que ofrece eran súper limpias y bonitas, con una gran ventana, un patio y además una chimenea.

Es un hotel en una zona local, muy cercana a todos los lugares de interés. Con habitaciones súper limpias y muy espaciosas. Los cuartos son bonitos, y el desayuno delicioso y excelente. Las vistas al jardín.

Los desayunos son deliciosos, con tortitas y pan recién horneado, las habitaciones son limpias, espaciosas, con aire acondicionado y literas, además de una gran ventana.

Desayuné en la terraza. Una habitación tranquila y súper limpia, una cama super cómoda.

El hotel era tradicional, he pasado unos días de manera encantadora. En la habitación había una caja fuerte personal, una zona de estar y un sofa cama y la cama era super cómoda. Ubicación: el hotel estaba en las proximidades de todas las atracciones y del casco antiguo y también del centro. Además, estaba en el corazón de la medina. Selección de alimentos riquísima, me ha gustado mogollón todo.

El desayuno está buenísimo, con panqueques y pan recién hecho. El personal es super acogedor y amable. ¡Qué más se puede pedir! 😉

la tranquilidad, la atención del personal, las instalaciones

Genial!!!. La hospitalidad, el servicio, las instalaciones, la atmósfera mágica del patio, el encanto y la decoración minimalista y supercuidada, la limpieza, el murmullo del agua cayendo sobre la piscina…, y sobre todo la joven dirección del Riad: Oliver y su encantadora esposa. Su amabilidad y trato cordial, afable y exquisito te hace sentir como en casa; ambos se desviven y hacen lo posible y lo imposible por hacerte agradable, cómoda, segura y cálida la estancia en el Riad y en Fez, como si formaras parte de su familia (no olvidaré la entrañable sobremesa con Oliver y su esposa, charlando de todo y de nada, en un ambiente relajado, en el coqueto y precioso patio, mientras tomábamos un té, envueltos por el murmullo del agua....

Todo genial!!. La generosidad y amabilidad de Oliver no tiene limites; lo mismo va a buscarte cuando llegas en el taxi a la plaza, que te guía y te conduce por la tarde hasta el restaurante-espectáculo o te recoge a la salida del mismo, para llevarte de nuevo “a casa”. Es genial. Guías, transporte para las maletas, taxis, comida, … todo a tu alcance, solo tienes que insinuarlo y ya lo tienes.

El riad es muy agradable, muy limpio, estuvimos 3 adultos en la suite fes que tiene una sala, dos dormitorios y un cuarto de baño. También cenamos varias noches en el riad, muy bien, y nos dimos unos masajes con Rachida, una chiquita dulcísima. Los dueños, Olivier y su mujer son deliciosos, siempre dispuestos en cualquier momento, estan constantemente pendientes de sus clientes y el trato es exquisito.

Las escaleras interiores del riad tienen mucha pendiente y aunque acabas acostumbrándote, puede ser una dificultad para personas mayores.

El riad es muy bonito y auténtico.

La ubicación. Es muy complicado de encontrar (no con gps) y además hay que hacer un trayecto de mínimo 15 minutos a pie desde el parking más cercano. El trato no está a la altura con respecto a la acostumbrada amabilidad y hospitalidad de Marruecos.

La relación calidad precio muy buena, las amabilidad de los dueños impagable, te acompañan hasta un lugar de la medina en que ya te puedes orientar y te dan referencias para volver -si eres capaz- , el servicio de recogida en el aeropuerto magnifico, pues con un carrito te llevan las maletas hasta el riad. El precio del traslado no es barato, nosotros pagamos 10 euros por persona , pero como cuando llegas no te puedes orientar es una buena opción. A la vuelta uno se puede buscar la vida.

Me gusto todo, por poner alguna pega, no hay mucha luz en la habitación y el baño, pero supongo que es la norma de una ciudad marroqui.

El trato recibido, atencion personalizada, el diseño del Riad. la habitación especialmente bonita. Oliver y su esposa estan continuamente pendientes desde que llegas, te acompañan si lo requieres. Perfecto

El trato es excelente, sobretodo porque es personalizado, lo que es de agradecer en una ciudad como Fez, en la cual es complicado ubicarte dentro de la medina.

Parecerá una tontería, pero escaseaba el jabón. Había un par de jabones pequeños en pastillas y un par de jabones en sobre (tipo muestras).

su situación muy buena y Olivier y su mujer muy atentos y amables en todo momento.Limpio y nuevo, se nota.

que puedes coincidir con gente que monte follón y como todas las habitaciones dan a un patio central con una mini piscina, pues te pueden molestar

la arquitectura y el estar dentro de la medina

Hacía un frio horrible en todas las instalaciones, en la habitación y el comedor era muy desagradable el estar siempre con el abrigo puestoy con frío.El desayuno muy mal, poco , sin variación y el un ambiente gélido (com abrigo y bufanda)